Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Esto dice el Señor a su pueblo: "No hagas sufrir ni oprimas al extranjero, porque ustedes fueron extranjeros en Egipto. No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque si los explotas y ellos claman a mí, ciertamente oiré yo su clamor. Cuando prestes dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portes con él como usurero, cargándole intereses. Cuando él clame a mí, yo lo escucharé, porque soy misericordioso". (Ex 22:20-26)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102923.cfm
Los extranjeros, las viudas y los huérfanos, los pobres. ¿Por qué nunca prestamos atención a estos pasajes? Algunas personas optan por ignorar la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) como si fuera una herejía moderna inventada por el Vaticano II. Pero, de hecho, la DSI es bastante antigua . . . tan antiguo como el Libro del Éxodo. Si Dios escucha a los extranjeros, a las viudas, a los huérfanos y a los pobres. . . es posible que todos estemos en graves problemas.