En aquel día, el Señor del universo preparará sobre este monte un festín con platillos suculentos para todos los pueblos; un banquete con vinos exquisitos y manjares sustanciosos. Él arrancará en este monte el velo que cubre el rostro de todos los pueblos, el paño que oscurece a todas las naciones. Destruirá la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros. (Is 25:6-10a)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101523.cfm
A mi mamá querida le encantaban los picnics. Ella pensó que la comida sabe mejor al aire libre, especialmente en una mesa de picnic en la montaña. Por supuesto, el profeta Isaías nos recuerda que Dios nos preparará un banquete para todos los pueblos para celebrar que la muerte será destruida para siempre. El cumplimiento de esta palabra lo encontramos en la Mesa del Cuerpo y la Sangre del Señor.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Domingo, Semana XXVIII, Tiempo Ordinario
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