Echaron suertes, le tocó a Matías y lo asociaron a los once apóstoles. (Hechos 1:26)
La selección de Matías es un poquito sucia—Matías solo llenó el lugar dejado por Judas. Y encima de todo fue martirizado. Según la leyenda fue decapitado . . . y por eso en el arte de la iglesia siempre lleva el hacha. Desafortundamente, no se sabe mucho de San Matías. Pero en México, por desgracia, hay una tequila que lleva su nombre: San Matías.