Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. (1 Cor 12:3b-7, 12-13)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/052823-Dia.cfm
Si todos bebemos del mismo Espíritu, entonces ¿por qué tenemos tantas divisiones en el Cuerpo de Cristo? Si Pentecostés es la inversión de la Torre de Babel, entonces tal vez realmente necesitemos escuchar al Espíritu hablando al Corazón de la Iglesia y permitir que el Espíritu renueve el don espiritual del servicio en nosotros para que podamos cumplir la obra a la cual estamos llamados: a proclamar el mismo Espíritu, el mismo Señor, el mismo Dios.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
DOMINGO DE PENTECOSTÉS
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