Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”. (Mt 9:35-10:1, 5a, 6-8)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/120322.cfm
Después de decirles a los discípulos que le pidieran al “dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos”, los envió a ELLOS. Como ellos, pensamos que el Señor quiere llamar a otras personas a la obra de la evangelización cuando en realidad el Señor nos envía a NOSOTROS! Quizás por eso el Papa Francisco sigue recordándonos que somos “discípulos misioneros”. San Francisco Javier era compañero de San Ignacio de Loyola y uno de los primeros misioneros jesuitas que llevó el evangelio a Asia.