Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En aquel tiempo, comenzó Juan el Bautista a predicar en el desierto de Judea, diciendo: “Arrepiéntanse, porque el Reino de los cielos está cerca”. Juan es aquel de quien el profeta Isaías hablaba, cuando dijo: Una voz clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Acudían a oírlo los habitantes de Jerusalén, de toda Judea y de toda la región cercana al Jordán; confesaban sus pecados y él los bautizaba en el río. (Mt 3:1-12)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/120422.cfm
Además del profeta Isaías, Juan Bautista es una de las figuras más importantes de esta primera parte del Adviento. Nuestra misión, como la de Juan Bautista, es preparar el camino del Señor en nuestro mundo, en nuestra vida. Tal vez sea tan simple como dice San Pablo: “Acójanse los unos a los otros como Cristo los acogió a ustedes”.