Cristo nos redimió de la maldición de la ley, haciéndose objeto de maldición por nosotros, puesto que la Escritura dice: Maldito sea aquel que cuelga de un madero. Esto sucedió para que la bendición otorgada por Dios a Abraham llegara también, por Cristo Jesús, a los paganos y para que recibiéramos, por medio de la fe, el Espíritu prometido. (Gál 3:7-14)
“Maldito sea aquel que cuelga de un madero” es una cita de Deuteronomio 21:23 sobre criminales ejecutados. El “Escándalo de la Cruz” es que la muerte de Cristo en la Cruz significó que según las Escrituras Jesús murió condenado por el mundo y condenado por Dios. La Resurrección es la vindicación de Jesús por parte de Dios. Meditamos y rezamos este Misterio de Fe en el Rosario de la Santísima Virgen María.