Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Salmo Responsorial (Salmo 94)
R. Ojalá escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón”. Vengan, aclamemos al Señor, demos vítores a la roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R. Ojalá escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón”.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/03242022.cfm
El salmo invitatorio, generalmente el Salmo 94 (95), es el salmo que inicia el primer oficio de oración del día en la Liturgia de las Horas. Nos “invita” a cantar con alegría, a escuchar la voz de Dios, a entrar a su presencia, y a no endurecer el corazón. El refrán: “Ojalá escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón” se escucha mucho durante la Cuaresma. Hoy continuamos nuestra oración por el pueblo ucraniano.