Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

R. El Señor nunca olvida sus promesas. Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que un día le hiciera. R. El Señor nunca olvida sus promesas. (SALMO 104)

El Señor siempre se acuerda . . . de la Alianza, de la Tierra, de sus Promesas, de su Pueblo. Al contrario, nosotros tendemos a olvidar. Como decía el abuelo, “Cuando nos dejamos de recordar . . . nos olvidamos”. Que Dios siempre se acuerda de nosotros y nunca se olvida . . . esto es nuestra esperanza.