Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

R. Sálvame, Señor, en el peligro. En el peligro invoqué al Señor, en mi angustia le grité a mi Dios; desde su templo, él escuchó mi voz, y mi grito llegó a sus oídos. R. Sálvame, Señor, en el peligro. (Salmo 17)

A veces pensamos que nadie nos escucha, y que a nadie nos importa. Pero las Escrituras nos dicen que nuestros gritos lleguen a los oídos de Dios.