R. Señor, escucha mi plegaria.
Señor, escucha mi plegaria;
que a tu presencia lleguen mis clamores.
El día de la desgracia.
Señor, no me abandones.
Cuando te invoque, escúchame
y enseguida respóndeme.
R. Señor, escucha mi plegaria. (Salmo 101)
La Cuaresma nos invita a rezar, ayunar y hacer obras de misericordia. Pero esta Cuaresma de 2020 nos enfoca en la oración. Como San Pablo nos dice: “Oren sin cesar” (1 Tes 5:17). Por eso, con el salmista le recordamos al Señor: Señor, no me abandones. Cuando te invoque, escúchame y enseguida respóndeme.