Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él tenga vida eterna. (Jn 3:16)
Tanto amó Dios al mundo . . . pues, este versículo aprendí en la catequesis. Y estoy agradecido porque nos falta escuchar que Dios ama al mundo . . . y tal vez, nosotros también. En el tiempo de pandemia necesitamos un recordatorio de que el amar al mundo como lo ama Dios nos llama a ser responsables. Amar al prójimo significa que a veces hay que entrar a la cuarentena.