Salmo Responsorial (Salmo 147)
R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.
Glorifica al Señor, Jerusalén;
a Dios ríndele honores, Israel.
El refuerza el cerrojo de tus puertas
y bendice a tus hijos en tu casa.
R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios. El mantiene la paz en tus fronteras,
con su trigo mejor sacia tu hambre.
El envía a la tierra su mensaje
y su palabra corre velozmente. R. Glorifica al Señor, Jerusalén.
Fronteras pacíficas. El mejor trigo en abundancia. Puertas reforzadas. La palabra de Dios dada gratuitamente. Niños bendecidos, preciosos a los ojos de Dios. Y así nuestro corazón se mueve a alabar: ¡glorifiquemos al Señor conmigo, juntos bendigamos el nombre de Dios!