Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Rut respondió: “No insistas en que te abandone y me vaya, porque a donde tú vayas, iré yo; donde tú vivas, viviré yo; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios”.
(Rut 1:1,3-6,14b-16,22)

Uno de los versos más hermosos de todas las Escrituras, usado en canciones cantadas en bodas, pero no dicho por Rut a Booz (su marido), sino hablado por una mujer a otra. Fue San Bernardo quien dijo que para amar a los demás, primero debemos amar a Dios, pero si no nos amamos a nosotros mismos, nunca podremos amar a Dios.