Muchos más creyeron en él al oír su palabra. Y decían a la mujer: “Ya no creemos por lo que tú nos has contado, pues nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es, de veras, el Salvador del mundo”. (Jn 4:41-42
En la obra de teatro de Tennesee Williams, UN TRANVÍA LLAMADO DESEO, la protagonista Blanche DuBois, dice: “Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos”. Pues, en el evangelio todos nosotros tenemos que confiar en los desconocidos: la Samaritana, el Hombre Ciego de Nacimiento, el Discípulo Amado. La Samaritana es anónima. Después de 37 versículos sabemos mucho sobre esta mujer . . . ella es la primera evangelista, la primera persona que lleva el evangelio a toda su comunidad. Gracias a ella y a todos los desconocidos, porque ellos son los héroes del evangelio.