Abraham insistió otra vez: “Ya que me he atrevido a hablar a mi Señor, ¿y si se encuentran sólo veinte?” El Señor le respondió: “En atención a los veinte, no la destruiré”.
Abraham continuó: “No se enoje mi Señor, hablaré sólo una vez más. ¿Y si se encuentran sólo diez?” Contestó el Señor: “Por esos diez, no destruiré la ciudad”. (Gén 18:16-33)
Abraham regateando con Dios parece bastante graciosa, pero, por supuesto, no salvó las ciudades de la Llanura. San Ireneo es famoso como el primer apologista cristiano. Dijo: "¡La gloria de Dios es el hombre plenamente vivo!"