Deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. (Mt 5:24)
Muchas veces cuando se habla de la reconciliación, pensamos en el Sacramento de la Reconciliación, o la Confesión. Pero el Señor quiere más nuestra reconciliación los unos con los otros. Y esa reconciliación es más fuerte y más difícil.