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Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por boca del profeta Isaías: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros. (Mt 1:17-24)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121822.cfm
Dios está con nosotros . . . ese es el gran misterio que celebramos. A través del desarrollo de la historia y en el desorden de la vida humana, Dios viene a ser uno con nosotros para que podamos ser uno con otro y con Dios para siempre o como nos han enseñado los antiguos Padres y Madres de la iglesia: El Hijo de Dios se hizo Hijo del Hombre para que las mujeres y los hombres pudieran convertirse en hijos amados de Dios.