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Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado José. La virgen se llamaba María. Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. (Lc 1:26-38)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/122021.cfm
La Anunciación a María es la segunda historia de la anunciación en el evangelio de San Lucas; la primera es para Zacarías sobre el próximo nacimiento de Juan el Bautista (Lc 1: 5-25). Y el escritor del evangelio quiere que comparemos y contrastemos las dos anunciaciones. Zacarías, un anciano sacerdote, su anunciación tiene lugar en el Templo de Jerusalén, pero, por supuesto, tiene dudas y se queda mudo hasta que nace Juan. La Anunciación a la joven María, en cambio, se lleva a cabo en el pobre pueblito de Nazaret en el campo, y María responde con fe: “Cúmplase en mí lo que me has dicho”.