En aquel tiempo, cuando Jesús vio a la muchedumbre, subió al monte y se sentó. Entonces se le acercaron sus discípulos. Enseguida comenzó a enseñarles, habándoles así:
“Dichosos los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los cielos.
(Mt 5:1-12)
Hoy comenzamos la lectura continua del ministerio público de Jesús desde el evangelio de Mateo. El Sermón de la Montaña nos invita a vivir los valores del Reino ahora. De hecho, ese es el secreto de los santos: escucharon que el evangelio no se dirigía a otros, sino a ellos.