Jesús les dijo: “Está escrito que el Mesías tenía que padecer y había de resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se había de predicar a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, la necesidad de volverse a Dios para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de esto”.
(Lc 24:46-48)
Somos testigos de todo lo que Jesús hizo para salvarnos. Somos testigos de todas estas cosas que han sucedido mientras esta pandemia continúa. Y todavía tenemos un mensaje de esperanza y de salvación para proclamar en su Nombre a todas las naciones.
¡Cristo ha resucitado!
¡¡De veras resucitó el Señor!!
¡¡¡Aleluya, aleluya!!!