Oh, Virgen de Vírgenes, ¿cómo ha de ser esto?
Ya que nunca antes hubo una como vos, ni la volverá a haber.
Hijas de Jerusalem, ¿por qué se maravillan de mi?
Lo que ustedes admiran es un misterio Divino.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto
para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte,
para guiar nuestros pasos por el camino de la paz.
(Lc 1:67-79)
Nuestra espera gozosa ya se acaba, como el Cántico de Zacarías dice: “nos visitará el sol que nace de lo alto”.