Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

El hombre le puso a su mujer el nombre de “Eva”, porque ella fue la madre de todos los vivientes.
(Gen 3:20)

Entró el ángel a donde ella estaba y le dijo: “Alégrate (Salve), llena de gracia, el Señor está contigo”.
(Lc 1:28)

Los antiguos Padres y Madres de la iglesia hablaban mucho sobre estos dos versículos. En Latín, hay juego de palabras: Eva=Eva, Salve=Ave. Lo más importante es el plan divino de salvación. Como nos dice San Pablo: cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer (Gal 4:4). Estamos preparando a celebrar su venida entre nosotros, por eso contemplamos como el plan de Dios fue cumplido en la Virgen María. El link es del Ave María cantado en el idioma africano Igbo por el coro de la Universidad Nnamdi Azikiwe en Nigeria.