En aquel tiempo, Jesús dijo: “¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo? Se parece a la semilla de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció y se convirtió en un arbusto grande y los pájaros anidaron en sus ramas”.
(Lc 13:18-19)
La imagen de sí mismo que tenía Israel fue tan alta como los cedros del Líbano. La imagen que Jesús nos da es más humilde . . . una semilla de mostaza que se hace un arbusto y “los pájaros anidaron en sus ramas”. ¡El Reino de Dios a veces no es lo que esperamos!