22 de diciembre
O Rex Gentium (Oh Rey de las naciones):
Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos,
Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo:
ven y salva al hombre,
que formaste del barro de la tierra.
El profeta Isaías dijo:
El pueblo que andaba en tinieblas
ha visto gran luz;
a los que habitaban en tierra de sombra de muerte,
la luz ha resplandecido sobre ellos.
Y después el profeta dijo:
Juzgará entre las naciones,
y hará decisiones por muchos pueblos.
Forjarán sus espadas en rejas de arado,
y sus lanzas en podaderas.
No alzará espada nación contra nación,
ni se adiestrarán más para la guerra.
¡Ven, ven, ven,
Ven a nuestras almas, Niñito,
Ven, ven, ven,
Ven a nuestras almas, Niñito,
Ven a nuestras almas.
No tardes tanto, no tardes tanto,
Niñito, ven, ven ven!