Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En aquel tiempo, los fariseos se confabularon contra Jesús para acabar con él. Al saberlo, Jesús se retiró de ahí. Muchos lo siguieron y él curó a todos los enfermos y les mandó enérgicamente que no lo publicaran, para que se cumplieran las palabras del profeta Isaías: Miren a mi siervo, a quien sostengo;
a mi elegido, en quien tengo mis complacencias.
En él he puesto mi Espíritu,
para que haga brillar la justicia sobre las naciones. . . . . Y en él pondrán todas las naciones su esperanza. (Mt 12:17-18, 21)

La Cristología es el estudio de Cristo y su naturaleza. En el evangelio de hoy, según San Mateo, tenemos uno de los cantos del Sirviente del profeta Isaías: Jesús es el Sirviente del Señor. Es interesante que la justicia es esencial para conocer a Jesús. Porque Jesús es nuestra esperanza.