Pero Zacarías replicó: “¿Cómo podré estar seguro de esto? Porque yo ya soy viejo y mi mujer también es de edad avanzada”. El ángel le contestó: “Yo soy Gabriel, el que asiste delante de Dios. He sido enviado para hablar contigo y darte esta buena noticia. Ahora tú quedarás mudo y no podrás hablar hasta el día en que todo esto suceda, por no haber creído en mis palabras, que se cumplirán a su debido tiempo”. (Lc 1:5-25)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121925.cfm
Quedarse sin palabras, ¡qué castigo tan apropiado para un sacerdote! Hoy comenzamos la lectura continua del relato de la infancia en el Evangelio de Lucas, con sus dos Anunciaciones y sus dos Natividades. ¡Oh, Raíz de Jesé, signo del amor de Dios por nosotros, ven, no tardes! https://youtu.be/OAIro_A1CYw?si=zk2xanedhUgDvvp2
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Viernes, Adviento, Oh Raíz de Jesé, 19 de diciembre
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