Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Así dice el Señor: “Aquel día levantaré la choza caída de David, taparé sus brechas, levantaré sus ruinas como en otros tiempos. (Amós 9:11)

“La choza caída de David” — ¡qué fuerte! Para Israel ya llegaron tiempos difíciles. Pero el profeta Amós habla de esperanza. Y tal vez en medio de esta pandemia, cuando el orgullo nacional ha sufrido, podamos mirar más allá que los límites del nacionalismo y de “¡América Primero!” y podamos ver lo que Dios tiene para toda la humanidad. Este Dios que “anuncia la paz a su pueblo”.

R/. Dios anuncia la paz a su pueblo. Voy a escuchar lo que dice el Señor: Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos y a los que se convierten de corazón. R/. Dios anuncia la paz a su pueblo.
 La misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan; la fidelidad brota de la tierra y la justicia mira desde el cielo. R/. Dios anuncia la paz a su pueblo. (Salmo 84:9ab & 10, 11-12)