Hermanas y hermanos: En cuanto al amor fraterno, no necesitan que les escribamos, puesto que ustedes mismos han sido instruidos por Dios para amarse los unos a los otros. Y ya lo practican bien con los hermanos de toda Macedonia. Pero los exhortamos a que lo practiquen cada día más y a que procuren vivir en paz unos con otros, ocupándose cada cual de sus asuntos y trabajando cada quien con sus propias manos, como se lo hemos ordenado a ustedes. (1 Tes 4:9-11)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/083025.cfm
Vivimos en una época donde la caridad fraternal no existe. El consejo de Pablo de “ocúpense de sus propios asuntos” rara vez se escucha. La Virgen María nos recuerda que debemos amarnos como hemos sido amados en Cristo. https://youtu.be/MsjBwfN5zDQ?si=BmZkXX65Ov5LvHOz
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Sábado de la Bienaventurada Virgen María, 30 de agosto
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