Luego le dijo a Tomás: "Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano; métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree". Tomás le respondió: "¡Señor mío y Dios mío!" Jesús añadió: "Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto". (In 20:24-29)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/070325.cfm
Los artistas de la Iglesia siempre han representado a Tomás tocando las Llagas del Resucitado. Pero el Evangelio nunca dice que lo hiciera. Más bien Tomás nos da la más alta confesión de Jesús en todas las Escrituras: «Señor mío y Dios mío».
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Santo Tomás, apóstol, 3 de julio
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