Cuando los ángeles los dejaron para volver al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: “Vayamos hasta Belén, para ver eso que el Señor nos ha anunciado”. Se fueron, pues, a toda prisa y encontraron a María, a José y al niño, recostado en el pesebre. (Lc 2:15-20)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/122524-Dawn.cfm
En Navidad abundan las riquezas litúrgicas: Misa vespertina de la Vigilia, Misa del Gallo, Misa de la Aurora, y Misa del Día. Por supuesto, la liturgia supone que la comunidad celebrará en TODAS las Misas. Es pastoralmente sabio combinar las lecturas del evangelio de la Misa del Gallo y la Misa de la Aurora. Porque, como los pastores, también nosotros debemos ir a Belén para ver a este Niño que el Señor nos ha dado a conocer.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Navidad, 2024
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