Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Apareció entonces en el cielo una figura prodigiosa: una mujer envuelta por el sol, con la luna bajo sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. (Apoc 11:19a; 12:1-6a, 10ab)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121223.cfm
Nuestra Señora de Guadalupe es un signo de esperanza para nosotros que esperamos la venida de nuestro Dios. La Virgen Morena del Tepeyac señala una nueva evangelización, no europea, sino indígena, que resultó en el bautismo de más de 11 millones de indígenas que empezaron el camino con Cristo. Al acercarnos al 500 aniversario de las apariciones a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin que tuvieron lugar en diciembre de 1531, cantamos el gran himno de alabanza: “¡Ha sonado la hora de la victoria de nuestro Dios, de su dominio y de su reinado, y del poder de su Mesías!"