Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Hermanos míos, a quienes tanto quiero y extraño: ustedes, hermanos míos amadísimos, que son mi alegría y mi corona, manténganse fieles al Señor. (Flp 3:17-4:1)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110824.cfm
Debido a la fiesta de mañana, hoy es nuestra lectura final de la Carta a los Filipenses. Cuando San Pablo se refiere a la comunidad como “mi alegría y corona”, comenzamos a ver tan querida es esta comunidad para él. Los lazos de amor y cariño que nos unen son la alegría y la corona del ministerio. Es la parte que realmente nunca enseñan en el seminario.