Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Hasta el presente pasamos hambre y sed, vamos pobremente vestidos y recibimos golpes; andamos errantes y nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Nos maldicen y nosotros les deseamos el bien; nos persiguen y los soportamos; nos calumnian y correspondemos con bondad. Nos tienen, incluso hasta el día de hoy, como la basura del mundo y el desecho de la humanidad. (1 Cor 4:6b-15)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/090724.cfm
Pablo habla del costo de ser discípulo. ¿Se arrepiente? En absoluto, como dice con alegría Pablo: “Solamente soy yo quien los ha engendrado en Cristo Jesús, por medio del Evangelio”. Si Pablo es uno de nuestros “padres” en Cristo, entonces la Santísima Virgen María es definitivamente una de nuestras “madres” en Cristo.