Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Les daré un corazón nuevo y les infundiré un espíritu nuevo; arrancaré de ustedes el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. Les infundiré mi espíritu y los haré vivir según mis preceptos, y guardar y cumplir mis mandamientos. Habitarán en la tierra que di a sus padres; ustedes serán mi pueblo y yo seré su Dios’’. (Ez 36:23-28)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/082224.cfm
Un corazón nuevo, un espíritu nuevo. Al llegar a la conclusión de la profecía de Ezequiel, el profeta ofrece esperanza y una renovación de la alianza: “Ustedes serán mi pueblo, y yo seré su Dios”. Hoy es el día octava de la fiesta de la Asunción de María. Celebramos a María como reina porque es la Madre del Rey del Cielo, su hijo Jesucristo. El villancico Salve, Reina y Madre es muy conocido en Colombia.