Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Arrepiéntanse de todos sus pecados, apártense de ellos y no morirán. Arrepiéntanse de todas las infidelidades que han cometido, estrenen un corazón nuevo y un espíritu nuevo y así no morirán, pues yo no quiero que nadie muera, dice el Señor Dios. Arrepiéntanse y vivirán". (Ez 18: 1-10, 13, 30-32)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081724.cfm
«¡Arrepiéntanse y vivirán!» La invitación de Dios nos llama a esperar en la misericordia y a vernos capaces de cambiar. Un corazón nuevo y un espíritu nuevo son posibles porque es Dios quien nos abre el camino. Incluso ante la muerte, Dios promete la resurrección. Y como nos recuerda la Santísima Virgen María, con Dios todo es posible.