Arrepiéntanse de todos sus pecados, apártense de ellos y no morirán. Arrepiéntanse de todas las infidelidades que han cometido, estrenen un corazón nuevo y un espíritu nuevo y así no morirán, pues yo no quiero que nadie muera, dice el Señor Dios. Arrepiéntanse y vivirán". (Ez 18: 1-10, 13, 30-32)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081724.cfm
«¡Arrepiéntanse y vivirán!» La invitación de Dios nos llama a esperar en la misericordia y a vernos capaces de cambiar. Un corazón nuevo y un espíritu nuevo son posibles porque es Dios quien nos abre el camino. Incluso ante la muerte, Dios promete la resurrección. Y como nos recuerda la Santísima Virgen María, con Dios todo es posible.