Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En tiempo de Josías, el Señor me dirigió estas palabras: "Desde antes de formarte en el seno materno, te conozco; desde antes de que nacieras, te consagré como profeta para las naciones". Yo le contesté: "Pero, Señor mío, yo no sé expresarme, porque apenas soy un muchacho". El Señor me dijo: "No digas que eres un muchacho, pues irás a donde yo te envío y dirás lo que yo te mande. No tengas miedo, porque yo estoy contigo para protegerte", palabra del Señor. (Jeremías 1:1, 4-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/072424.cfm
¿Era Jeremías realmente demasiado joven como dice, un muchacho? ¿O simplemente eso formaba parte de las excusas que todos utilizamos cuando Dios nos llama? Pero Dios puede vencer todas nuestras defensas. «¡No tengas miedo, yo estoy contigo para protegerte!»