Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Se formó entonces una nube, que los cubrió con su sombra, y de esta nube salió una voz que decía: "Éste es mi Hijo amado; escúchenlo". (Mc 9:2-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/022524.cfm
La Transfiguración proclama que la Ley y los Profetas encuentran su cumplimiento en el Hijo amado. El problema siempre ha sido no escucharle.