Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los fariseos y se pusieron a discutir con él, y para ponerlo a prueba, le pedían una señal del cielo. Jesús suspiró profundamente y dijo: "¿Por qué esta gente busca una señal? Les aseguro que a esta gente no se le dará ninguna señal". Entonces los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla. (Mc 8:11-13)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/021224.cfm
Todo el mundo parece querer una señal para tener una prueba de quién es Jesús. El Señor no tiene mucha paciencia para esas tonterías. Vuelve a la barca y se va. Sus palabras y sus hechos son prueba suficiente.