En aquellos días, la reina de Sabá oyó hablar de la fama de Salomón y quiso cerciorarse personalmente de su sabiduría, haciéndole algunas preguntas sutiles. Llegó, pues, a Jerusalén con una gran caravana de camellos cargados de perfumes, oro en gran cantidad y piedras preciosas. Entró en el palacio de Salomón y le hizo al rey las preguntas que había preparado. Salomón respondió a todas, de modo que no dejó de contestar ni la más difícil. (1 Reyes 10:1-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020724.cfm
La visita de la reina de Saba es un momento importante en la historia de la salvación. Su visita es mencionada por Jesús, y aparece también en la historia de Felipe y el eunuco etíope. Y la visita de la reina de Saba tuvo una culminación inesperada más de 2.000 años después, con el regreso de los judíos etíopes a Israel entre 1979 y 1990. Incluso Händel celebró su visita.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Miércoles, Semana V, Tiempo Ordinario
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