En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría. Cuando una mujer va a dar a luz, se angustia, porque le ha llegado la hora; pero una vez que ha dado a luz, ya no se acuerda de su angustia, por la alegría de haber traído un hombre al mundo. Así también ahora ustedes están tristes, pero yo los volveré a ver, se alegrará su corazón y nadie podrá quitarles su alegría. (Jn 16:20-22)
Mi amigo, el Padre Larry Richardt, siempre decía que lo que está por venir debe ser espectacular . . . porque ¡el dolor de parto es horroroso! Con todo que está pasando ahora en el mundo, ¡ojalá que el Padre Larry tenga razón!