Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Los miserables y los pobres buscan agua, pero es en vano; tienen la lengua reseca por la sed. Pero yo, el Señor, les daré una respuesta; yo, el Dios de Israel, no los abandonaré. Haré que broten ríos en las cumbres áridas y fuentes en medio de los valles; transformaré el desierto en estanque y el yermo, en manantiales. (Is 41:13-20)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121423.cfm
Si Dios no abandona a los miserables y los pobres . . . ¿lo haremos nosotros? San Juan de la Cruz (1542-1591), y su mentora Santa Teresa de Ávila (1515-1582) sufrieron mucho a manos de la Iglesia. Pero, al mismo tiempo, ambos pasaron sus vidas renovando la Iglesia a través de su compromiso con la oración y la contemplación. La foto de hoy es un dibujo de la crucifixión realizado por Juan de la Cruz.