Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Hasta los jóvenes se cansan y se rinden, los más valientes tropiezan y caen; pero aquellos que ponen su esperanza en el Señor, renuevan sus fuerzas; les nacen alas como de águila, corren y no se cansan, caminan y no se fatigan. (Is 40:25-31)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/121323.cfm
Corren y no se cansan, caminam y no se fatigan. Las profecías de Isaías están llenas de palabras de esperanza y de la promesa del Dios que viene a salvarnos. Santa Lucía (283-304) es una de las vírgenes mártires de la Iglesia primitiva. Su historia es la de una gran valentía. Es la patrona de todos los que sufren enfermedades de los ojos. Antes de la reforma del calendario (1582), el día de Santa Lucía era el solsticio de invierno.