Al ver a las multitudes, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y desamparadas, como ovejas sin pastor. Entonces dijo a sus discípulos: "La cosecha es mucha y los trabajadores, pocos. Rueguen, por lo tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos". (Mt 9:35-10:1, 6-8)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/120923.cfm
Probablemente el "trabajador de la mies" más raro e inesperado sea Juan Diego Cuauhtlatoatzin (1474-1548), que recibió las visitas y el mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe en diciembre de 1531. El humilde campesino chichimeca fue elegido por la "Señora del Tepeyac" para ser el primer guadalupano. La imagen que dejó en su tilma aún puede verse en la Basílica de la Ciudad de México.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, 9 de diciembre
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