Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado. (Efe 1:3-6, 11-12)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/120823.cfm
Como María, también nosotros hemos sido elegidos en Cristo . . . según el favor misericordioso de Dios. Y como María, también nosotros respondemos con fe humilde: "Hágase en nosotros según tu palabra".
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María, 8 de diciembre
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