Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ese era un samaritano. Entonces dijo Jesús: "¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?" Después le dijo al samaritano: "Levántate y vete. Tu fe te ha salvado". (Lc 17:11-19)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/111523.cfm
La curación de los leprosos nos recuerda la importancia de dar gracias: los diez fueron sanados, pero sólo uno se salvó: el extranjero que volvió a dar gracias. Me recuerda al Capitán Canguro, que fue mucho antes que Mister Rogers. El Capitán nos enseñó a los niños las Palabras Mágicas: ¡Por favor y Gracias!
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Miércoles, Semana XXXII, Tiempo Ordinario
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