Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento. Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción. Pero los justos están en paz. (Sab 2:23-3:9)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/111423.cfm
A medida que el año litúrgico llega a su fin y comienza un nuevo año litúrgico el primer domingo de Adviento, la liturgia dirige nuestra atención a las Últimas Cosas. Como decimos en la Profesión de Fe (el Credo): De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin . . . Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.