Hagan penitencia y lloren, sacerdotes; giman, ministros del altar; vengan, acuéstense en el suelo vestidos de sayal, ministros de mi Dios. Toquen la trompeta en Sión, den la alarma en mi monte santo; que tiemblen los habitantes del país, porque ya viene, ya está cerca el día del Señor. Es un día de oscuridad y de tinieblas, día de nubes y de tormenta. (Jl 1:13-15; 2:1-2)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101323.cfm
No es un pasaje muy alegre del profeta Joel. Y con las preocupantes noticias del reciente conflicto en Tierra Santa, muchos están desesperando de cualquier posibilidad de paz en Medio Oriente. Algunas personas piensan que con todos los demás problemas del mundo (es decir, la guerra en Ucrania) nos dirigimos a la Tercera Guerra Mundial. Pero como nos recuerda el salmista, es el Señor quien “juzgará al orbe con justicia”. Estamos llamados a orar, ayunar y dar siempre gracias al Señor y cantar alabanzas al nombre de Dios.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Viernes, Semana XXVII, Tiempo Ordinario
- :