Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

El Señor le dirigió la palabra a Jonás, hijo de Amitay, y le dijo: "Levántate y vete a Nínive, la gran ciudad, y predica en ella que su maldad ha llegado hasta mí". Se levantó Jonás para huir a Tarsis, lejos del Señor, y llegó a Jafa, donde encontró un barco que salía para Tarsis; pagó su pasaje y se embarcó para dirigirse a Tarsis, lejos del Señor. (Jon 1:1–2: 1, 11)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100923.cfm
El Libro de Jonás es una historia un tanto peculiar y humorística de un profeta rebelde que huye del Señor. Por supuesto, todos podemos simpatizar. Hemos estado allí, hemos hecho eso. Pero Dios tiene una manera de llevarnos de regreso a donde Dios quiere que estemos. ¡Y las Escrituras están dotadas de la mejor “historia de pesca” (anécdota exagerada) que jamás haya existido!