Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Mientras iban de camino Jesús y sus discípulos, alguien le dijo: "Te seguiré a donde quiera que vayas". Jesús le respondió: "Las zorras tienen madrigueras y los pájaros, nidos; pero el Hijo del hombre no tiene en dónde reclinar la cabeza". (Lc 9:57-62)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100423.cfm
Jesús invitó a toda clase de personas a seguirlo. Algunas personas querían seguir a Cristo en sus propios términos. Otros tenían excusas legítimas para demorarse. Pero cuando San Francisco de Asís (1181-1226) escuchó al Señor llamarlo a “Reconstruir mi iglesia”, decidió seguir a Cristo de todo corazón y precisamente en la pobreza. La iglesia nunca ha sido la misma desde entonces.